martes, 11 de febrero de 2014

La luz del norte, loft industrial.


       Febrero se comporta como debe. Impertérrito a nuestras súplicas avanza hacia su mitad cicateandonos horas de luz. Imploramos, rogamos, lloramos a sus pies para que nos permita ver un poco de sol. "Ya llegará y querréis que vuelva a vuestras vidas".

Enrique Monzó.



 No hay luz mas esquiva y consistente que la luz del norte.

  Este Loft en Copenhague sabe muy bien como apurarla.

         Allá por los años 90, los que vivíamos en provincias,  descubrimos gracias entre otras a "Ghost" la existencia de los loft, esos espacios post-industriales, de grandes ventanales, elevados techos sostenidos por columnas de hierro fundido, interminables paredes de ladrillos rojos y espacios infinitos sin un solo tabique que los importunase.

      En el siglo XXI, esos espacios extraños son una realidad cotidiana.














    Quien no querría vivir en un lugar tan intenso. 


 Fotos by Patrik Hangborg

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